¿Cómo evaluamos las profecías?

Ahora que hay ‘profetas’ por todos lados, ¿alguna vez te has preguntado si estas profecías son auténticas?

La falsa profecía abunda en la iglesia. Hay un gran riesgo en dejarnos llevar sin cuestionar las profecías que escuchamos. Que angustia ver a amados hermanos seducidos y desviados por las palabras persuasivas de falsos profetas.Para serte sincero, he llegado a menospreciar la profecía debido a tantas falsas profecías, algo contra lo que Pablo advierte en 1 Tesalonicenses 5:20-21. Por un tiempo, pensé que la profecía como un don había cesado pero no veo evidencia textual que sugiera eso en lo absoluto. 

Joel 2:28 y Hechos 2:17 nos dicen que jóvenes y ancianos profetizarán en estos últimos tiempos, y los últimos tiempos no han terminado todavía. Pero eso no significa que debamos creer toda profecía que escuchemos. Hay mentira y engaño en muchas de las profecías que escuchamos y por eso es esencial evaluar las profecías. Cuando tenía 13 o 14 años, uno de los pastores del colegio donde estudiaba llamó a varios niños a que pasaran al frente para orar por ellos y profetizar les. Le profetizó a alrededor de 100 niños lo que serían de grande y solo les ofreció tres opciones: abogado, doctor o arquitecto. A un amigo cercano le profetizó ser doctor y el tipo se volvió misionero. Fue una ‘profecía’ inofensiva pero hay gente que hace más daño. 

Ese es solo un ejemplo pero hay peores. ¿Qué sucede cuando un profeta te dice que Dios le dijo que debes casarte con él? ¿Qué sucede cuando te dicen que debes entregar todos tus ahorros o regalarle tu carro a la iglesia? O ¿cuando te dice que Jesus no es Dios?

La Biblia nos dice que existe falsa profecía y también nos dice que la profecía genuina es falible.

La Biblia nos dice que existe falsa profecía y también nos dice que la profecía genuina es falible. Por eso Pablo dice en 1 Corintios 14:29 que en cuanto a los profetas, deben hablar dos o tres y los demás deben examinar cuidadosamente lo dicho. 

La Biblia nos da un marco para evaluar las profecías. 1 Tesalonicenses 5:20-21 dice ”no desprecien las profecías, sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno, 22 eviten toda clase de mal.”

Si te das cuenta, hay 4 pasos aqui para evaluar las profecias: 

1. No despreciar las profecías

2. Someter la profecía a prueba

3. Aferrarse a lo bueno que se dice

4. Evitar lo malo que se dice

1 Tesalonicenses 5:20-21 y 1 Corintios 14:29 son claros en que, mientras no debemos menospreciar las profecías, es esencial probarlas y juzgar su contenido. 

Ante la avalancha de profecías modernas, es fundamental regresar a las Escrituras como fuente primordial de verdad y autoridad. Usando las Escrituras como guía, podemos discernir qué profecías están alineadas con la voluntad de Dios y cuáles no.

La próxima vez que escuches una profecía personal, en lugar de aceptarla ciegamente, sométela al escrutinio de la Palabra de Dios. Evalúa su contenido a la luz de las Escrituras, ora por discernimiento y busca confirmación en el Espíritu y en el cuerpo de creyentes antes de abrazarla completamente.