No Toques al Ungido

Seguro has escuchado la frase "No toques al ungido del Señor" en algún momento.

Es bastante común escuchar esta expresión en algunos círculos cristianos. Pero, lamentablemente, muchas veces se utiliza como un escudo contra la crítica o para evitar el cuestionamiento legítimo de las acciones de un líder. Si algo me molesta y me enciende es que los ministros usan pasajes de la Biblia fuera de su contexto para manipular y engañar al rebaño.

Imagina las consecuencias si interpretamos mal este concepto y permitimos acciones que van en contra de la Biblia bajo el pretexto de "no tocar al ungido". Cuando viví en Guadalajara, recuerdo al pastor de la iglesia gritarle a alguien y decir que él era el pastor y las ovejas no debían cuestionar, el rol de las ovejas es obedecer y ya.

¿De dónde viene esta idea? En el Antiguo Testamento, específicamente en pasajes como 1 Crónicas 16:22 y Salmos 105:15, encontramos esta frase donde Dios reprendió a los reyes y no permitió que sus ungidos y profetas fueran oprimidos. Dice: ¡No toquen a mis ungidos! ¡No maltraten a mis profetas! También, en la historia de David y Saúl, David decide no atacar a Saúl que era malísima onda, por ser el "ungido del Señor" (1 Samuel 24:6).

Yo no tengo problema con que estos pastores, profetas, apóstoles y arcángeles digan que son ungidos. ¡Es bíblico! ¡Son ungidos! Pero no son los únicos. En el Nuevo Testamento, Pablo dice que ¡todos los creyentes son "ungidos" en Cristo! 2 Corintios 1:21-22 dice, “21 Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió, 22 nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas.

"No están en una categoría más alta de unción"

Entonces no hay conflicto bíblico o teológico que estos líderes digan que son ungidos. Pero deben reconocer que no son más ungidos que otros creyentes. No están en una categoría más alta de unción que las personas en su congregación que también están en Cristo.

En la era de la iglesia, el término "ungido" se democratiza, por decirlo de alguna manera. Ya no se refiere sólo a reyes, profetas, o líderes específicos, sino a todos los creyentes. Cada creyente es ungido y tiene el Espíritu Santo. Pero cada creyente también es falible y puede ser engañado por ende es bueno que seamos buenos hermanos. Estamos llamados a deshacer todo argumento e idea que se levanta contra el conocimiento de Dios. No solo las ideas que salen de la boca de otros, debemos estar alerta para derribar los engaños que nacen en nosotros. Toda idea y todo pensamiento erróneo debe ser llevado cautivo y sometido a Cristo.

La frase “No toques al ungido del Señor” no tiene nada que ver con nosotros. Es una falsedad y al conocer la verdad, podemos deshacer la falsedad.