¿Te prometieron riquezas al dar en la iglesia?

¿Has oído que al dar dinero en la iglesia, Dios te recompensará económicamente? Desenmascaremos este mito.

La creencia en una garantía de retorno financiero basada en la donación es una manipulación y distorsión del propósito real del dar en el reino de Dios.

Muchos se aferran a pasajes como Lucas 6:38: 38 ‘Den y se les dará’ y Malaquías 3:10: »Traigan íntegro el diezmo a la tesorería del Templo; así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor de los Ejércitos—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.

Estos pasajes han sido mal interpretados. Si los leemos en su contexto completo, vemos que no están prometiendo una devolución financiera automática. En Lucas, Jesús ni siquiera está hablando de dinero, está hablando de juzgar a los demás. En Malaquías, Dios desafía a Israel diciéndoles que si eran obedientes, experimentarían su bendición que sobreabunda. Les dice: Traigan íntegro el diezmo a la tesorería del Templo; así habrá alimento en mi casa.

"La creencia en una garantía de retorno financiero basada en la donación es una manipulación y distorsión del propósito real del dar en el reino de Dios."

El diezmo era importante para que los Levitas, literalmente pudieran comer ya que ellos vivían completamente del diezmo y no tenían permitido vivir de nada más. De hecho, Dios dijo que había “decidido que no tengan herencia entre los israelitas”, sino que su herencia sería “todos los diezmos de Israel” por su ministerio en el tabernáculo (Números 18:21,24).

El diezmo sostenía la vida de los Levitas y por eso era crucial que los Israelitas volvieran a ser fieles en sostenerlos con su diezmo. Y como otro incentivo, Dios promete bendecir a Israel aunque no necesariamente dice que los bendecirá monetariamente. Las bendiciones de Dios van más allá de lo material y pueden manifestarse de muchas maneras en nuestras vidas.

Aunque hoy en día no tenemos un tabernáculo y Levitas desheredados, sigue habiendo necesidad. Nuestro corazón y finanzas deben siempre estar atentos a proveer para los necesitados y no es necesario que sea un 10%. Así como Dios provee para nosotros, nosotros debemos usar lo que Dios nos da para proveer para las necesidades de otros pero nuestro incentivo nunca debe ser dar solamente para recibir más.

"...nuestro incentivo nunca debe ser dar solamente para recibir más."

La próxima vez que sientas el impulso de dar, hazlo desde un corazón genuino, no esperando algo a cambio, sino porque amas y deseas honrar a Dios. Y si estás considerando dar en respuesta a una promesa de riqueza, tómate un momento para reflexionar sobre tus motivaciones y buscar lo que la Biblia realmente dice al respecto.